Eso de ver a los nietos del Rey nacer en una clínica privada (la Rúber, una
de las más caras) me salta a la vista. Existe una Sanidad pública que
pagamos entre todos y a la que, para dar ejemplo, deberían recurrir
nuestros representantes institucionales, aunque su cargo sea hereditario.
Lo peor de este asunto es que es algo generalizado. No sólo es cosa de la
familia real, también asidua de la Clínica Universitaria de Navarra, sino
de muchos políticos y de casi todos los funcionarios. Porque curiosamente,
los funcionarios disponen de asistencia sanitaria privada, al margen de la
pública.
Puedo llegar a entender que algunos políticos empleen coches privados en
lugar del metro o el autobús, por razones de seguridad. Pero no puedo
comprender que recurran a clínicas privadas y no acudan a Osakidetza, que
el servicio que ellos gestionan.
No me extraña, por tanto, que el negocio del Igualatorio Médico Quirúrgico
y del sinfín de empresas que se dedican a esta labor, como DKV, Adeslas,
Sanitas o Aegón, sea tan próspero. En Euskadi, por ejemplo, hay 528.000
personas que han suscrito seguros privados de salud. La mayor parte de
ellos (el 80% en Bizkaia y Alava) con el Igualatorio, aunque Sanitas está
creciendo muy rápido y ya tiene 28.000 clientes en la Comunidad Autónoma
Vasca.
http://www.cybereuskadi.com/blog/20...a-la-sanid
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