[OT] eMule/Azureus resetea mi router

09/04/2006 - 02:15 por Sarandinga2 | Informe spam
Hola:

Tengo un Router Senao NL-2511SR Plus (A). El problema que estoy teniendo
desde que tengo el router, es que cuando uso algún programa tipo eMule o
Azureus, cada cierto tiempo no fijo, se me resetea el router. Me pasó alguna
que otra vez sin tener ninguno de estos programas abiertos (muy pocas
veces), pero cuando abro alguno de esos, es fija que se reinicie cada tanto.
Busqué en la página de Seano sin éxito y en internet leí que a algunas
personas les pasa lo mismo, pero ninguna respuesta/solución. Tengo
configurado, en la parte de Virtual Server a ambos programas para que no me
los bloquee. Si a alguien le pasó o alguien tiene idea que puedo llegar a
probar, le agradecería me ayuden. Con respecto al firmware, supuestamente
tiene la última versión, que es la
"V 1.03.0001" con fecha "27/08/2003".

Lo que noto también que sucede y no se si está relacionado con lo que
comenté antes, es que si estoy en la configurar web del router y deja de
funcionar esto (o sea, no me carga ninguna de las pantallas de
configuración) a los pocos minutos pasa lo que describí antes, o sea se
resetea (es como un síntoma previo a resetearse).

Saludos.


Maxi

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#6 Madera Pura
11/04/2006 - 16:43 | Informe spam
Hash: SHA1

JM Tella Llop [MVP Windows] escribió:
Esos programas violan la propiedad intelectual. No es etico (y en algunos
paises es ilegal) su uso.



No es verdad decir que estos programas violan la propiedad intelectual.
Word sirve para copiar citas, copiar y pegar ficheros para pasar mp3
"ilegales-alegales" al compañero etc. etc.
Sinceramente mi opinión es que no se puede ser tan radical en
afirmaciones como la que es hecho.

En españa el intercambio de P2P no es ilegal.

No es mi opinión "a secas" es la de:


Carnaza mediática:

http://www.kriptopolis.org/node/2115

Los internautas acusan a la policía de crear "alarma social" y recuerdan
que intercambiar archivos "no es un delito"

http://www.internautas.org/html/3586.html

Asociación Internautas considera muy "preocupante" la actitud de la Policía

http://www.internautas.org/html/3587.html


Y en plan mucho más general, pero profético por anterior a la noticia,
lo dicho por Sánchez Almeida:

Fin de ciclo

http://www.kriptopolis.org/node/2068

Creado 28/03/2006 - 11:00am
Por Carlos Sánchez Almeida
"Por tanto, es preciso desterrar algunos tópicos y malentendidos,
deliberados o no, acerca de la propiedad intelectual. A saber, esta
forma de propiedad no constituye un obstáculo para la libre circulación
y el desarrollo de las ideas y de las creaciones; todo lo contrario, la
especial protección que brinda la propiedad intelectual no se puede
confundir con un impuesto o tributo que grava y perjudica el desarrollo
económico, social y cultural, sino como incentivo para seguir creando
riqueza y cultura al servicio de la sociedad y del individuo."
(Gaspar Llamazares, portavoz del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida,
explicando su voto positivo al proyecto de Ley Propiedad Intelectual.
Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados.)

1.- Lecturas escogidas
Antes de venir a esta mesa redonda he tenido que someterme a una sesión
de puro masoquismo: leerme entera la transcripción del Pleno del
Congreso de los Diputados donde se aprobó el Proyecto de Ley de
Propiedad Intelectual. Sabía que tenía tesoros escondidos, y por fin lo
hallé: nada como la cita que encabeza este texto, el encendido canto de
un antiguo militante comunista en defensa de la creación de riqueza.
Enternecedor...
Me permitirán una digresión, antes de entrar en materia. Usaré por
última vez una de esas ridículas metáforas bélicas que tanto abundan en
los textos ciberactivistas, y entono el mea culpa: yo también dije una
vez aquello de No Pasarán, y vaya si pasaron.
Frente de la Carrera de San Jerónimo, último parte de guerra: cautivo y
desarmado el ejército copyleft, las tropas de la SGAE han alcanzado sus
últimos objetivos militares.
Pues no. Ni esto era una guerra, ni hay vencedores y vencidos. Cuando el
Congreso de los Diputados aprueba un texto legal con más de 300 votos a
favor, con el más amplio consenso de todas las fuerzas parlamentarias,
lo único que se evidencia es que los opositores a la Ley se han
convertido en un grupo extraparlamentario.
Nos guste o no, en democracia la razón, en tanto que fuerza, la tiene la
mayoría. Y una mayoría más que absoluta, aplastante, del Congreso de los
diputados ha dado luz verde a una Ley que la mayor parte de los
comentaristas de la blogosfera consideran equivocada.
Digo yo que una de las dos partes está fuera de la realidad.

2.- Mirando hacia atrás sin ira
Hace ahora cuatro años, a raíz de la entrada en vigor de la Ley de
Internet, los opositores a la LSSI nos vimos en la desagradable
situación de tener que reconocer una derrota. La mayoría del Parlamento
había decidido sacar adelante la Ley de Servicios de la Sociedad de la
Información. Desde Kriptópolis se había encabezado una campaña en contra
de la Ley, a la que se unieron numerosos colectivos. La oposición
parlamentaria estuvo de nuestra parte, y a pesar de ello nuestras tesis
fueron derrotadas: el Parlamento español decidió que era necesaria una
Ley para Internet.
Lo primero que hice cuando la ley fue publicada en el Boletín Oficial
del Estado, fue reconocer la derrota. Alguno todavía sigue hoy
combatiendo, como aquellos japoneses que se quedaban aislados en un
atolón perdido del Pacífico. Pero la mayor parte tuvimos claro que la
entrada en vigor de la LSSI suponía un antes y un después. Reconocer la
derrota, en democracia, es algo más que una mera cortesía. Es la clave
de bóveda del sistema: el respeto a la voluntad de la mayoría.
Y el punto de partida para poder vencer ?convenciendo- algún día.
Si uno lee hoy los comentarios de la llamada blogosfera, parecería que
los defensores del copyright están completamente aislados, cercados por
un ejército de masas enfervorizadas. Que los estandartes de la cultura
libre campean en todos los frentes. Que ya no hay alambradas, ni lindes
ni mojones en los fértiles campos de la aldea global. Que todo el futuro
es Creative Commons.
Y claro, el Boletín Oficial de las Cortes Generales dice lo que dice. Y
lo que hoy es negro sobre blanco en el Diario de Sesiones, mañana lo
será en el BOE. Y cuando las leyes entran en vigor, los jueces
acostumbran a aplicarlas.
Y cuando uno, en mitad de la noche, sale de la selva oscura de Internet
y cruza el umbral de la ley vigente, debería abandonar toda esperanza.
Entre otras cosas porque no es precisamente a Dante, ni a Virgilio, ni a
Beatriz siquiera, a quien buscamos en las redes P2P.

3.- Las cosas son lo que son, y no lo que queremos que sean
Hace ahora unos años, antes de que existiese alguno de los blogs más
visitados ?pero mucho menos que las webs tradicionales de mis clientes
tradicionales, dedicados al negocio más tradicional de la más
tradicional internet- tuve ocasión de publicar en Kriptópolis un texto
titulado ?Autocultivo digital: el derecho de copia privada?, donde
ironizaba sobre las inmensas posibilidades de la digitalización de
contenidos.
El derecho de copia privada era un clavo ardiente ya entonces. Pero al
menos estaba bien clavado en la ley vigente. Fue un derecho que pudo
esgrimirse con éxito ?por incomparecencia del equipo contrario, todo hay
que decirlo- cuando empezó a hablarse de demandas masivas contra las
redes P2P. Después de eso ha dado pie a abundante y verbosa
subliteratura jurídico- webera. Ahora ya aburre.
El clavo ya no es que arda, ni que esté al rojo vivo. Es que se está
licuando, y está clavado en una grieta de una pared desconchada.
A partir del momento que entre en vigor el proyecto de Ley de Propiedad
Intelectual, el derecho de copia privada se reduce a la mínima
expresión. La justa para sustentar el impuesto sobre soportes digitales,
el impuesto cuya recaudación y distribución se ha puesto en manos de las
entidades de gestión de derechos de autor. El impuesto que nuestro
Parlamento ha decidido que sea recaudado por entidades privadas.
Dos son las consecuencias de todo ello, que paso a analizar.

a)Ley penal en blanco, soltera, encuentra pareja estable
Enero de 2003. Poco después de que entrase en vigor la Ley de Internet,
el gobierno Aznar hizo público su proyecto de reforma del Código Penal.
Me desgañité durante meses clamando contra el recorte de libertades
ciudadanas que dicho texto representaba. Algún grupo parlamentario me
hizo algo de caso y presentó enmiendas contra la nueva regulación del
artículo 270 del Código Penal. A quien le vaya la hermenéutica, que
bucee en los Diarios de Sesiones del año 2003 y lo encontrará.
El Código Penal, en lo que se refiere a los delitos contra la propiedad
intelectual, es una ley penal en blanco. Establece las penas a imponer a
aquellos que vulneren derechos de propiedad intelectual definidos en una
ley distinta al Código Penal: la Ley de Propiedad Intelectual. Y así,
por ejemplo, cuando el Código habla de comunicación pública, la nueva
ley de remisión nos dice que una de sus modalidades es la puesta a
disposición interactiva.
Aquello era el primer acto de lo que vendría. Y coló. Y coló también en
Internet, porque se difundió la demagogia de que no pasaba nada, de que
era una reforma neutra, que dejaba intacto el derecho de copia privada,
el clavo ardiente aquel del que les hablaba. Un clavo del que nos
ahorcaríamos todos, algún día.
El Código Penal entró en vigor un año después, en octubre de 2004.
Aquellos que habían votado en contra cuando eran oposición, lo dejaron
entrar en vigor cuando eran partido gobernante. Esperando el momento
oportuno para buscarle parejita.
Y aquí la tenemos, dispuesta a consumar, de la mano de sus padrinos, los
excelentísimos Don José Montilla y Doña Carmen Calvo.
En un año tendrán descendencia, en forma de una nueva y definitiva
reforma integral de la Ley. Pero yo ya no estaré aquí para contárselo,
les dejo en manos de los alpinistas habituales. Los que siguen ahí,
colgados del clavo.

b)Las verdaderas víctimas de la Reforma: mis clientes

Ahora empezará otra vez la demagogia. Que si es una Ley contra el
futuro, que si el analfabetismo digital de los políticos, que si tal que
si pascual. Y otra vez los miles de pequeños egos, incapaces de ponerse
de acuerdo para todo lo que no sea repartirse visitas estériles de
navegantes aburridos, acabarán diciendo que el Mundo Real no les entiende.
Y no les pasará nada. Seguirán como hasta ahora, cómodos en sus butacas.
Sin enfrentarse a los verdaderos problemas, no los del futuro, sino los
del presente.
Los problemas de aquellos que tienen que batirse el cobre en un mercado
atestado, con márgenes reducidísimos. Los problemas del ejército de base
de la grandilocuente Sociedad de la Información. Aquellos a quienes los
grandes gurús blogosféricos desprecian: los verdaderos currantes del
chip, los que venden los cientos de miles de tostadoras, los cientos de
millones de cds y dvds en los que cada noche se vuelcan las miserias de
la industria del entretenimiento. El suelo real sobre el que se asientan
los cielos de la ?cultura libre?.
El verdadero problema de la Ley de Propiedad Intelectual no lo van a
tener los consumidores domésticos, cuya mayor preocupación es conocer el
final de Lost antes que el vecino televidente que aún va por la primera
temporada, para así poderse sentir superiores en su atalaya tecnológica,
sin darse cuenta de que están tan alienados como sus mayores. Sin darse
cuenta de cómo se ha cerrado el círculo de la liberación tecnológica
para convertirse en una cadena que los tiene exactamente igual que
antes: esclavizados a una pequeña pantalla.
No. El verdadero problema lo están sufriendo ya cientos de pequeñas
empresas de informática que en estos días están recibiendo demandas
judiciales. Demandas en las que se les reclama el canon atrasado por
cds, dvds, grabadoras y reproductores mp3, en algunos casos desde 1999.
Cds, dvds, grabadores y reproductores que se vendieron con márgenes
reducidísimos que no contemplaban el canon. De resultar estimadas las
demandas, muchos pequeños comerciantes se van a tener que sacar del
bolsillo aquello que no cobraron, para así afrontar el pago de una
inmensa deuda que las entidades de gestión, en estado de éxtasis
triunfal, quieren cobrarse con intereses.
Ese es el verdadero problema, la verdadera batalla, y la razón última
por la que dejo de escribir en esta
Internet.
4.- Quien mira demasiado su ombligo, se olvida del horizonte

Lo importante no es la cultura, sino los seres humanos. Cuando los seres
humanos son libres, su cultura es libre. Cuando los seres humanos son
domesticados, adormecidos, convertidos en simples objetivos del mercado
de productos de consumo, su cultura está domesticada.
Siempre ha sido así, no nos engañemos. Nos ha llegado Séneca, Cicerón,
Plutarco... pero en su época las masas llenaban los circos, no las
bibliotecas. Y a pesar de todos los incendios, de todas las censuras, de
todas las hogueras, nos ha llegado el verdadero talento en forma de
clásicos.
Quizás en su época cualquier reciario, mirmillón, cualquier mísero
gladiador era más conocido que Ovidio, muerto de tristeza en el lejano
Ponto.
Hoy Ovidio ríe a carcajadas en mi biblioteca, libre para siempre de
cualquier César, incluyendo al César del Copyright.
Hace poco intenté buscar La posibilidad de una isla, de Houellebecq, en
las redes P2P. No encontré ninguna fuente en castellano. Poco me
importa: no hay nada comparable a leerlo en papel, a él o a Hernán
Casciari: el verdadero talento es lo que tiene, las pantallas siempre se
les quedan pequeñas.
Los verdaderos libros no gritan desde sus estantes, ni tienen miles de
fuentes en Emule. Están ahí esperando que alguien vaya a buscarlos. Que
alguien los salve de la quema: de la del fuego, de la del tiempo, o de
la ignorancia. Algunos sobreviven, gracias a las manos solidarias de
aquellos a quienes van dedicadas estas palabras.
Internet sólo tendrá voz el día que tome conciencia de sí misma, de su
sentido histórico. Y para eso primero tendremos, durante mucho tiempo,
que renunciar a mucho ego, y pensar que el talento es escaso: que las
grandes gestas del género humano son siempre gestas colectivas.
Esto es exactamente lo que parece, una despedida. En lo sucesivo,
intentaré luchar por aquello que creo desde el silencio de mi despacho.
Si levanto la voz, ya se encargará algún juez de corregirme. Vuelvo a mi
sitio de siempre.
Ha sido un placer compartir el ciberespacio con ustedes. Que tengan
todos mucha suerte.
Carlos Sánchez Almeida
Mesa redonda sobre tecnologías digitales y crisis de la industria
cultural Universidad de Valencia, 28 de marzo de 2006



Saludos cordiales.

Respuesta Responder a este mensaje
#7 Sarandinga2
12/04/2006 - 14:04 | Informe spam
Hola:

Yo opino como vos, pero tampoco puedo obligar a que me respondan si no
quieren hacerlo.

Saludos.


Maxi

"Madera Pura" escribió en el mensaje
news:
Hash: SHA1

JM Tella Llop [MVP Windows] escribió:
Esos programas violan la propiedad intelectual. No es etico (y en algunos
paises es ilegal) su uso.



No es verdad decir que estos programas violan la propiedad intelectual.
Word sirve para copiar citas, copiar y pegar ficheros para pasar mp3
"ilegales-alegales" al compañero etc. etc.
Sinceramente mi opinión es que no se puede ser tan radical en
afirmaciones como la que es hecho.

En españa el intercambio de P2P no es ilegal.

No es mi opinión "a secas" es la de:


Carnaza mediática:

http://www.kriptopolis.org/node/2115

Los internautas acusan a la policía de crear "alarma social" y recuerdan
que intercambiar archivos "no es un delito"

http://www.internautas.org/html/3586.html

Asociación Internautas considera muy "preocupante" la actitud de la
Policía

http://www.internautas.org/html/3587.html


Y en plan mucho más general, pero profético por anterior a la noticia,
lo dicho por Sánchez Almeida:

Fin de ciclo

http://www.kriptopolis.org/node/2068

Creado 28/03/2006 - 11:00am
Por Carlos Sánchez Almeida
"Por tanto, es preciso desterrar algunos tópicos y malentendidos,
deliberados o no, acerca de la propiedad intelectual. A saber, esta
forma de propiedad no constituye un obstáculo para la libre circulación
y el desarrollo de las ideas y de las creaciones; todo lo contrario, la
especial protección que brinda la propiedad intelectual no se puede
confundir con un impuesto o tributo que grava y perjudica el desarrollo
económico, social y cultural, sino como incentivo para seguir creando
riqueza y cultura al servicio de la sociedad y del individuo."
(Gaspar Llamazares, portavoz del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida,
explicando su voto positivo al proyecto de Ley Propiedad Intelectual.
Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados.)

1.- Lecturas escogidas
Antes de venir a esta mesa redonda he tenido que someterme a una sesión
de puro masoquismo: leerme entera la transcripción del Pleno del
Congreso de los Diputados donde se aprobó el Proyecto de Ley de
Propiedad Intelectual. Sabía que tenía tesoros escondidos, y por fin lo
hallé: nada como la cita que encabeza este texto, el encendido canto de
un antiguo militante comunista en defensa de la creación de riqueza.
Enternecedor...
Me permitirán una digresión, antes de entrar en materia. Usaré por
última vez una de esas ridículas metáforas bélicas que tanto abundan en
los textos ciberactivistas, y entono el mea culpa: yo también dije una
vez aquello de No Pasarán, y vaya si pasaron.
Frente de la Carrera de San Jerónimo, último parte de guerra: cautivo y
desarmado el ejército copyleft, las tropas de la SGAE han alcanzado sus
últimos objetivos militares.
Pues no. Ni esto era una guerra, ni hay vencedores y vencidos. Cuando el
Congreso de los Diputados aprueba un texto legal con más de 300 votos a
favor, con el más amplio consenso de todas las fuerzas parlamentarias,
lo único que se evidencia es que los opositores a la Ley se han
convertido en un grupo extraparlamentario.
Nos guste o no, en democracia la razón, en tanto que fuerza, la tiene la
mayoría. Y una mayoría más que absoluta, aplastante, del Congreso de los
diputados ha dado luz verde a una Ley que la mayor parte de los
comentaristas de la blogosfera consideran equivocada.
Digo yo que una de las dos partes está fuera de la realidad.

2.- Mirando hacia atrás sin ira
Hace ahora cuatro años, a raíz de la entrada en vigor de la Ley de
Internet, los opositores a la LSSI nos vimos en la desagradable
situación de tener que reconocer una derrota. La mayoría del Parlamento
había decidido sacar adelante la Ley de Servicios de la Sociedad de la
Información. Desde Kriptópolis se había encabezado una campaña en contra
de la Ley, a la que se unieron numerosos colectivos. La oposición
parlamentaria estuvo de nuestra parte, y a pesar de ello nuestras tesis
fueron derrotadas: el Parlamento español decidió que era necesaria una
Ley para Internet.
Lo primero que hice cuando la ley fue publicada en el Boletín Oficial
del Estado, fue reconocer la derrota. Alguno todavía sigue hoy
combatiendo, como aquellos japoneses que se quedaban aislados en un
atolón perdido del Pacífico. Pero la mayor parte tuvimos claro que la
entrada en vigor de la LSSI suponía un antes y un después. Reconocer la
derrota, en democracia, es algo más que una mera cortesía. Es la clave
de bóveda del sistema: el respeto a la voluntad de la mayoría.
Y el punto de partida para poder vencer ?convenciendo- algún día.
Si uno lee hoy los comentarios de la llamada blogosfera, parecería que
los defensores del copyright están completamente aislados, cercados por
un ejército de masas enfervorizadas. Que los estandartes de la cultura
libre campean en todos los frentes. Que ya no hay alambradas, ni lindes
ni mojones en los fértiles campos de la aldea global. Que todo el futuro
es Creative Commons.
Y claro, el Boletín Oficial de las Cortes Generales dice lo que dice. Y
lo que hoy es negro sobre blanco en el Diario de Sesiones, mañana lo
será en el BOE. Y cuando las leyes entran en vigor, los jueces
acostumbran a aplicarlas.
Y cuando uno, en mitad de la noche, sale de la selva oscura de Internet
y cruza el umbral de la ley vigente, debería abandonar toda esperanza.
Entre otras cosas porque no es precisamente a Dante, ni a Virgilio, ni a
Beatriz siquiera, a quien buscamos en las redes P2P.

3.- Las cosas son lo que son, y no lo que queremos que sean
Hace ahora unos años, antes de que existiese alguno de los blogs más
visitados ?pero mucho menos que las webs tradicionales de mis clientes
tradicionales, dedicados al negocio más tradicional de la más
tradicional internet- tuve ocasión de publicar en Kriptópolis un texto
titulado ?Autocultivo digital: el derecho de copia privada?, donde
ironizaba sobre las inmensas posibilidades de la digitalización de
contenidos.
El derecho de copia privada era un clavo ardiente ya entonces. Pero al
menos estaba bien clavado en la ley vigente. Fue un derecho que pudo
esgrimirse con éxito ?por incomparecencia del equipo contrario, todo hay
que decirlo- cuando empezó a hablarse de demandas masivas contra las
redes P2P. Después de eso ha dado pie a abundante y verbosa
subliteratura jurídico- webera. Ahora ya aburre.
El clavo ya no es que arda, ni que esté al rojo vivo. Es que se está
licuando, y está clavado en una grieta de una pared desconchada.
A partir del momento que entre en vigor el proyecto de Ley de Propiedad
Intelectual, el derecho de copia privada se reduce a la mínima
expresión. La justa para sustentar el impuesto sobre soportes digitales,
el impuesto cuya recaudación y distribución se ha puesto en manos de las
entidades de gestión de derechos de autor. El impuesto que nuestro
Parlamento ha decidido que sea recaudado por entidades privadas.
Dos son las consecuencias de todo ello, que paso a analizar.

a)Ley penal en blanco, soltera, encuentra pareja estable
Enero de 2003. Poco después de que entrase en vigor la Ley de Internet,
el gobierno Aznar hizo público su proyecto de reforma del Código Penal.
Me desgañité durante meses clamando contra el recorte de libertades
ciudadanas que dicho texto representaba. Algún grupo parlamentario me
hizo algo de caso y presentó enmiendas contra la nueva regulación del
artículo 270 del Código Penal. A quien le vaya la hermenéutica, que
bucee en los Diarios de Sesiones del año 2003 y lo encontrará.
El Código Penal, en lo que se refiere a los delitos contra la propiedad
intelectual, es una ley penal en blanco. Establece las penas a imponer a
aquellos que vulneren derechos de propiedad intelectual definidos en una
ley distinta al Código Penal: la Ley de Propiedad Intelectual. Y así,
por ejemplo, cuando el Código habla de comunicación pública, la nueva
ley de remisión nos dice que una de sus modalidades es la puesta a
disposición interactiva.
Aquello era el primer acto de lo que vendría. Y coló. Y coló también en
Internet, porque se difundió la demagogia de que no pasaba nada, de que
era una reforma neutra, que dejaba intacto el derecho de copia privada,
el clavo ardiente aquel del que les hablaba. Un clavo del que nos
ahorcaríamos todos, algún día.
El Código Penal entró en vigor un año después, en octubre de 2004.
Aquellos que habían votado en contra cuando eran oposición, lo dejaron
entrar en vigor cuando eran partido gobernante. Esperando el momento
oportuno para buscarle parejita.
Y aquí la tenemos, dispuesta a consumar, de la mano de sus padrinos, los
excelentísimos Don José Montilla y Doña Carmen Calvo.
En un año tendrán descendencia, en forma de una nueva y definitiva
reforma integral de la Ley. Pero yo ya no estaré aquí para contárselo,
les dejo en manos de los alpinistas habituales. Los que siguen ahí,
colgados del clavo.

b)Las verdaderas víctimas de la Reforma: mis clientes

Ahora empezará otra vez la demagogia. Que si es una Ley contra el
futuro, que si el analfabetismo digital de los políticos, que si tal que
si pascual. Y otra vez los miles de pequeños egos, incapaces de ponerse
de acuerdo para todo lo que no sea repartirse visitas estériles de
navegantes aburridos, acabarán diciendo que el Mundo Real no les entiende.
Y no les pasará nada. Seguirán como hasta ahora, cómodos en sus butacas.
Sin enfrentarse a los verdaderos problemas, no los del futuro, sino los
del presente.
Los problemas de aquellos que tienen que batirse el cobre en un mercado
atestado, con márgenes reducidísimos. Los problemas del ejército de base
de la grandilocuente Sociedad de la Información. Aquellos a quienes los
grandes gurús blogosféricos desprecian: los verdaderos currantes del
chip, los que venden los cientos de miles de tostadoras, los cientos de
millones de cds y dvds en los que cada noche se vuelcan las miserias de
la industria del entretenimiento. El suelo real sobre el que se asientan
los cielos de la ?cultura libre?.
El verdadero problema de la Ley de Propiedad Intelectual no lo van a
tener los consumidores domésticos, cuya mayor preocupación es conocer el
final de Lost antes que el vecino televidente que aún va por la primera
temporada, para así poderse sentir superiores en su atalaya tecnológica,
sin darse cuenta de que están tan alienados como sus mayores. Sin darse
cuenta de cómo se ha cerrado el círculo de la liberación tecnológica
para convertirse en una cadena que los tiene exactamente igual que
antes: esclavizados a una pequeña pantalla.
No. El verdadero problema lo están sufriendo ya cientos de pequeñas
empresas de informática que en estos días están recibiendo demandas
judiciales. Demandas en las que se les reclama el canon atrasado por
cds, dvds, grabadoras y reproductores mp3, en algunos casos desde 1999.
Cds, dvds, grabadores y reproductores que se vendieron con márgenes
reducidísimos que no contemplaban el canon. De resultar estimadas las
demandas, muchos pequeños comerciantes se van a tener que sacar del
bolsillo aquello que no cobraron, para así afrontar el pago de una
inmensa deuda que las entidades de gestión, en estado de éxtasis
triunfal, quieren cobrarse con intereses.
Ese es el verdadero problema, la verdadera batalla, y la razón última
por la que dejo de escribir en esta
Internet.
4.- Quien mira demasiado su ombligo, se olvida del horizonte

Lo importante no es la cultura, sino los seres humanos. Cuando los seres
humanos son libres, su cultura es libre. Cuando los seres humanos son
domesticados, adormecidos, convertidos en simples objetivos del mercado
de productos de consumo, su cultura está domesticada.
Siempre ha sido así, no nos engañemos. Nos ha llegado Séneca, Cicerón,
Plutarco... pero en su época las masas llenaban los circos, no las
bibliotecas. Y a pesar de todos los incendios, de todas las censuras, de
todas las hogueras, nos ha llegado el verdadero talento en forma de
clásicos.
Quizás en su época cualquier reciario, mirmillón, cualquier mísero
gladiador era más conocido que Ovidio, muerto de tristeza en el lejano
Ponto.
Hoy Ovidio ríe a carcajadas en mi biblioteca, libre para siempre de
cualquier César, incluyendo al César del Copyright.
Hace poco intenté buscar La posibilidad de una isla, de Houellebecq, en
las redes P2P. No encontré ninguna fuente en castellano. Poco me
importa: no hay nada comparable a leerlo en papel, a él o a Hernán
Casciari: el verdadero talento es lo que tiene, las pantallas siempre se
les quedan pequeñas.
Los verdaderos libros no gritan desde sus estantes, ni tienen miles de
fuentes en Emule. Están ahí esperando que alguien vaya a buscarlos. Que
alguien los salve de la quema: de la del fuego, de la del tiempo, o de
la ignorancia. Algunos sobreviven, gracias a las manos solidarias de
aquellos a quienes van dedicadas estas palabras.
Internet sólo tendrá voz el día que tome conciencia de sí misma, de su
sentido histórico. Y para eso primero tendremos, durante mucho tiempo,
que renunciar a mucho ego, y pensar que el talento es escaso: que las
grandes gestas del género humano son siempre gestas colectivas.
Esto es exactamente lo que parece, una despedida. En lo sucesivo,
intentaré luchar por aquello que creo desde el silencio de mi despacho.
Si levanto la voz, ya se encargará algún juez de corregirme. Vuelvo a mi
sitio de siempre.
Ha sido un placer compartir el ciberespacio con ustedes. Que tengan
todos mucha suerte.
Carlos Sánchez Almeida
Mesa redonda sobre tecnologías digitales y crisis de la industria
cultural Universidad de Valencia, 28 de marzo de 2006



Saludos cordiales.

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